La Europa del Neolítico
Los vestigios de cerveza más antiguos encontrados en Europa datan del 4.400-4.300 a.c., época del neolítico, en la cueva de Can Sadurní (Begues), Barcelona, donde se hallaba una pequeña comunidad agraria y ganadera y donde había cierta actividad artesana. En dicha excavación se han encontrado una especie de silos de cebada, molinos y un recipiente cerámico de gran tamaño (50 litros) con restos de cerveza. Los habitantes de aquel enclave del Neolítico cultivaban cereales y habían aprendido a germinarlos en barro, transformando el almidón en maltosa (un azúcar simple), y a secarlos con fuego para detener el crecimiento del grano. El cereal malteado se molía entre piedras y se ponía en una vasija con agua, junto a miel y bayas silvestres que potenciaban el sabor y la fermentación alcohólica. En vez de lúpulo utilizaban una mezcla de hierbas. A este tipo de cervezas se les llama «gruit». Aquella cerveza era más densa que las actuales y cumplía una función más alimenticia que hidratante. También se acompañaba de una jarra a los difuntos, señala Manuel Edo, director de las investigaciones del yacimiento.

En el valle de Ambrona, en Soria, se hallaron restos algo menos antiguos, junto a ajuares funerarios de hace 4.500 años. En cualquier caso, la cerveza debió de ser una bebida muy popular entre los pueblos íberos y preíberos, como confirman más de 20 yacimientos repartidos por varias provincias. Desde el yacimiento de Huecas, en Toledo a Tarragona o La Loma de la Tejería, en Teruel. “El vino, en cambio, no llegó a la península hasta el siglo VIII antes de Cristo”.
También se localizaron con anterioridad restos de sedimentos de cerveza bien conservados del año 1.200 a.C., Edad de Bronce, en Genó (Lleida) que permitieron reconstruir y embotellar simbólicamente una cerveza prehistórica.
La reconstrucción ha permitido descifrar las características de las cervezas neolíticas: se elaboraban con cebada (o trigo) y por regla general tenían mucha espuma, poco gas y alta graduación alcohólica (entre 8º y 10º). Se parecían más a las actuales ale que a las tan habituales pilsen. Se cree que eran rubias, aunque el color sigue siendo un misterio porque el proceso de tueste no deja restos y a menudo se elaboraban con miel.
Comparado con nuestras cervezas, una de las características de las bebidas íberas y preíberas es que no utilizaban el lúpulo, sino la artemisa, planta que además funcionaba como conservante. Para elaborar el mágico caldo, era necesario además unas grandes tinajas y un poco de arte.
La Europa Medieval S.V-XV (476-1492)
Las posibilidades de llegar a los 6 años eran alrededor del 50%, por las guerras y las plagas, pero había otro asesino, el agua. Los ríos estaban contaminados, las aguas residuales desembocaban en ellos, los curtidores vertían sus desechos en los ríos de modo que el agua resultaba completamente insalubre. Si bebías el agua, enfermabas.
El Dr. Charlie Bamforth, profesor para la elaboración de cervezas en la Universidad de Davis, California, cree que la cerveza salvó millones de vidas en la Europa Medieval, ya que argumenta que “el proceso fundamental de elaboración de la cerveza elimina los microorganismos, las bacterias que enferman a las personas”. Para ello, decidió hacer una cerveza medieval. Cogió agua de un estanque de patos y la testeó, confirmando que en ella se encontraba la bacteria fecal Escherichia coli que causa enfermedades serias. El agua del estanque estaba llena de estas bacterias. Utilizó una receta medieval de 1.000 años de antigüedad, en un laboratorio moderno y utilizando el agua recogida en el estanque de patos. Después de hervirla y preparar la cerveza, la dejó fermentar durante una semana. Volvió a testearla y vió que no había rastros de la bacteria. Obviamente las bacterias fueron eliminadas al hervir durante el proceso de elaboración de la cerveza, pero los medievales no lo sabían y gracias a la ingesta de cerveza, en vez de agua, muchos de ellos pudieron sobrevivir.
Todo el mundo bebía cerveza, hacía el S.XVI. Una persona podía beber unos 300 litros/año, fuese hombre, mujer o niño. Eso son 6 veces más que en España en la actualidad.

Con una demanda como esa, la cerveza era oro líquido y el grupo que recolectaba el dinero, eran los monjes. En la Europa medieval los monjes eran los fabricantes principales y la cerveza era una bendición del cielo. Las personas iban a la iglesia porque posteriormente se les prometía una cerveza, así que dicha alianza llenó las iglesias durante siglos. Pero la iglesia no podía monopolizar la cerveza para siempre.
El negocio de la cerveza trajo un nuevo clan, los empresarios. Se apoderaron de la elaboración de la cerveza y en el proceso, transformaron Europa. La elaboración de cerveza era un factor crítico en el desarrollo de la economía, encabezó la creación del comercio, de los bancos y de las finanzas. En otras palabras, la creación del capitalismo moderno.

Estados Unidos S.XVII (1701-1800)
Sin cerveza nunca hubieron llegado a Estados Unidos los primeros colonizadores a bordo del Mayflower (nombre del barco que en 1620 transportó a los llamados Peregrinos desde Inglaterra hasta un punto de la costa este de América del Norte, Plymouth, Massachusetts).
La cerveza fue de vital importancia en el Mayflower. El agua se echaba a perder en la bodega del barco, pero la cerveza estaba preservada naturalmente por el alcohol y el lúpulo y se mantenía durante el viaje. La cerveza mantuvo vivos a los colonizadores durante el viaje y determinó el emplazamiento de la colonia de fundación. El Mayflower se dirigía a Virginia, pero se encontró con la tragedia, el barco se quedó sin cerveza, de modo que desembarcaron en el lugar más cercano, Plymouth. Ya que la cerveza era lo único que bebían, cuando desembarcaron tampoco bebían agua, aunque los arroyos eran cristalinos, ya que en Inglaterra sabían que si bebían agua, enfermaban. La cerveza era un artículo esencial para poder sobrevivir. Cuando el suministro de cerveza se acababa, la colonia perdía el equilibrio. Los colonizadores debían buscar el modo de elaborar cerveza, pero no poseían ni cebada, ni lúpulo. Hasta que las ardillas llegaron en su ayuda. Suena descabellado, pero las ardillas les dieron la idea de utilizar bellotas y funcionó. La cerveza de bellota mantuvo a Plymouth con vida. Con Plymouth a salvo, en el S.XVII la cerveza siguió su rumbo para desarrollar el resto de Estados Unidos, estableciendo una red de comunicaciones extraordinaria, la taberna.

La taberna era el centro de comercio, era el punto focal de comunicación, era el lugar donde las personas se pasaban información. Las tabernas conectaban Estados Unidos y convirtieron una colonia en una nación, porque a continuación, la cerveza inspiró uno de los eventos más grandes de la historia humana, la Revolución Norteamericana.
El 16 de diciembre de 1773, la lucha para liberarse de los británicos comenzó en una taberna, The Green Dragon (El Dragón Verde), en Boston. Los hijos de la libertad se reunían y hablaban de cuán reprimidos estaban, bebían una cerveza, hablaban un poco más de traición y bebían otra cerveza. Mientras sus pasiones crecían, sabían que algo iba a suceder esa noche. En ese momento, los hijos de la libertad se dirigieron hacia el puerto de Boston, abordaron barcos y vertieron te. La Revolución había comenzado y las tabernas ocupaban el centro del escenario. Las tabernas se convirtieron en el centro donde la actividad revolucionaria era discutida, debatida, tramada y planeada. Cuando Washington estaba planeando la revolución, sus planes de batalla se preparaban en las tabernas de Nueva York, Massachusetts y Nueva Jersey. Mientras Estados Unidos obtenía ventaja, cada soldado revolucionario podía contar con dos cosas, su mosquete y su cerveza. Fue Washington quien sugirió al Congreso que aprobase una Ley para dar una ración de cerveza cada día a todo soldado activo.

Cuando llegó la victoria finalmente, la Declaración de Independencia fue escrita, al menos en parte, en la taberna de la ciudad de Filadelfia. La cerveza estuvo presente durante todo el proceso de independencia de Estados Unidos. Fue tan importante que hasta el himno nacional fue sacado de una canción de taberna del S.XVIII. La letra ha cambiado, pero la melodía es la misma. En ese entonces era una prueba de sobriedad. Si alguien podía cantar la canción, podía seguir con otra ronda. La cerveza ayudó a fundar Estados Unidos y también le dió su himno.
La semana que viene publicaremos la tercera parte. Historia de la cerveza III: la Revolución Industrial
¡Salud!
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